La tranquilidad en el predio de Ezeiza se vio sacudida en las últimas horas. No se trata de un nuevo desgarro en el entrenamiento, ni de una polémica declaración de un entrenador. La noticia, que comenzó a circular como un susurro en los pasillos de la AFA y rápidamente escaló a los grupos de WhatsApp de los hinchas, tiene como protagonista a un jugador argentino que estuvo muy cerca de vestirse la banda roja. Un nombre que, sin duda, generaba expectativas en la afición y que, de concretarse, hubiera representado un golpe de efecto en el mercado de pases.
La dirigencia de River Plate, con la mirada puesta en reforzar el equipo de cara a la segunda mitad del año y, sobre todo, pensando en la exigente Copa Libertadores, había puesto todas las fichas en este futbolista. Las negociaciones, según fuentes cercanas al club, se habían encaminado de manera favorable, con un principio de acuerdo en cuanto a lo económico y un interés genuino por parte del jugador en sumarse al proyecto de Marcelo Gallardo. Pero, como suele suceder en el fútbol, las cosas no siempre salen como uno espera.
El giro inesperado: ¿Qué pasó detrás de escena?
La sorpresa fue mayúscula cuando, de repente, las conversaciones se enfriaron y el representante del jugador comunicó a los directivos de River su decisión de rechazar la oferta. “Agradecemos el interés del club, pero hemos decidido explorar otras opciones”, fue el escueto mensaje que llegó a las oficinas de Núñez, dejando a todos con la duda de qué motivó este repentino cambio de postura. ¿Un ofrecimiento más tentador desde el exterior? ¿Desacuerdos en los términos del contrato? ¿O quizás, alguna otra razón oculta que aún no ha trascendido?
Las especulaciones no tardaron en aparecer. Algunos apuntan a que el jugador, pese a su deseo inicial de jugar en River, recibió una propuesta mucho más lucrativa de un club europeo. Otros, en cambio, sugieren que el agente del futbolista buscaba una mejor posición en la negociación y, al no conseguirla, optó por declinar la oferta de River. Lo cierto es que, por el momento, la versión oficial es la que se ha dado a conocer: la búsqueda de “otras opciones”.
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¿Quién es el jugador en cuestión y qué significa esta pérdida para River?
El futbolista en cuestión es Ángel Correa, actualmente en Atlético de Madrid. La dirigencia de River había visto en él una pieza clave para reforzar el mediocampo ofensivo, aprovechando su juventud, desequilibrio y capacidad para llegar al arco rival. El volante argentino se encuentra en búsqueda de posibles salidas del Atleti, y River había sonado como una opción más que viable.
La pérdida de Correa representa un duro golpe para los planes de River, que ahora deberá buscar alternativas para reforzar esa posición. La dirigencia ya está trabajando en la búsqueda de nuevos candidatos, aunque no será tarea fácil encontrar un jugador con las mismas características. La decisión de Angelito, sin duda, obliga a River a replantear su estrategia de mercado y a redoblar los esfuerzos para sumar refuerzos de calidad antes del cierre del libro de pases.
El futuro dirá si River logra encontrar un reemplazo adecuado para el campeón del mundo. Lo que es seguro es que esta historia, que comenzó con la ilusión de ver a un joven talento vistiendo la banda roja, terminó con una decepción para los hinchas y un desafío para la dirigencia. La búsqueda de refuerzos continúa, y la afición riverplatense espera ansiosamente nuevas noticias que les devuelvan la esperanza de ver a su equipo competitivo en todas las competiciones.
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