La preocupante estadística de Beltrán que marca a River

El Vikingo, que había comenzado su segundo ciclo en el club con varios goles, ahora atraviesa una sequía.

River volvió a padecer su falta de funcionamiento y de peso ofensivo. Ante un rival débil como Arsenal de Sarandí, el Millonario no pudo convertir ni un gol y apenas se llevó un punto a casa. Aún más importante estos porotos perdidos si consideramos que se había achicado la distancia con Atlético Tucumán, el puntero, y estaba la chance de recortar aún más tras el empate del Decano.

Sin embargo, la Banda jugó un horrendo partido y dejó una imagen para el olvido. Ante un equipo ordenado y que sabe cómo disputar estos encuentros (lo que viene siendo figurita repetida, ya que los competidores conocen la idea de juego de Gallardo), River no supo nunca cómo salir a flote y dio muestras de que aún falta mejorar demasiado.

A pesar de los dos triunfos anteriores (1-0 frente a Independiente en Avellaneda y 4-1 a Newell’s en el Monumental), no pudo reafirmar su senda y ahora vuelven a surgir las mismas preguntas. El cuerpo técnico sigue sin encontrar cómo llegarle al equipo y las balas se acaban, así como se acaba la competencia. A estas alturas, resulta difícil que se pueda pelear el Torneo de la Liga Profesional (ya se disputó la mitad y hay muchos rivales de por medio).

Lucas Beltrán

Aunque queda la Copa Argentina, no sería consuelo para un plantel en el que se invirtió en cantidad y jerarquía el último año. River contrató a 11 futbolistas solo este 2022, e igualmente jamás pudo consolidar un equipo titular. No solo falta funcionamiento, sino que tampoco aparecen respuestas individuales ante la incertidumbre colectiva.

Si un neutral mirara los partidos, jamás atinaría a creer que este es un equipo de Gallardo. Sorprende que el DT no pueda implantar su idea de juego en un plantel con tantas herramientas y variantes. Sin embargo, sigue en la búsqueda para intentar encontrar ese clic que cambie la historia.

Lucas Beltrán

Volviendo a la actualidad, hay una estadística preocupante y que se extiende en realidad a todo el año del Millonario. Para personificarlo y así comprenderlo, Lucas Beltrán es la demostración del poderío ofensivo casi nulo que tiene este River. Sea por aciertos rivales o por falencias propias, el Vikingo apenas remató una vez al arco en los últimos cuatro partidos (contra Newell’s, disparo desviado por un defensor).

Eso habla del momento ofensivo del equipo. Que el goleador no pueda rematar no significa que él esté en un bajo nivel, sino que es una muestra de lo poco resolutivo que es el equipo de mitad de cancha hacia arriba. Es que en general no hay precisión, combinación ni un funcionamiento que derive en chances de gol. Ni siquiera en remates del 9 de área.

Una estadística preocupante que ojalá se corte pronto.

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